EOM Exclusivo Política y elecciones Mundo Por qué el asalto al Congreso de Brasil no será el último 11 enero, 2023 por David Gómez @David_Gmez99 El asalto de seguidores de Bolsonaro a las instituciones de Brasil recuerda a la horda trumpista que entró en el Capitolio estadounidense en 2021. Ambos casos fueron alentados para evitar la transición de poder y constatan la globalización de la derecha golpista. El próximo podría ser Turquía. Fuente: elaboración propia WhatsApp Twitter Facebook LinkedIn Telegram Esta funcionalidad está reservada a suscriptores. Suscríbete por solo 5€ al mes.Guardar artículo Please login to bookmark Nombre de usuario o correo electrónico Contraseña Recuérdame Esta funcionalidad está reservada a suscriptores. Suscríbete por solo 5€ al mes. Descargar PDF No te pierdas… Violencia en Ecuador: por qué el modelo de Bukele no funcionará “Europa a veces dice una cosa y hace otra”: embajador de India en España Guía para entender las elecciones en India ¿Hacia la Tercera Guerra Mundial? El mundo de hoy se parece al de 1914 El sobrino conspiranoico de Kennedy que inclinará la balanza entre Trump y Biden Escucha este artículo Suscríbete por solo 5€ al mes Dos años después del asalto al Capitolio de Estados Unidos, otra horda de manifestantes de extrema derecha irrumpió en el Congreso de Brasil el pasado domingo 8 de enero. Aunque fracasaron en su intento de pedir una intervención militar para derrocar a Lula da Silva y restituir a Jair Bolsonaro como presidente, su movilización constató una realidad: la globalización de la derecha golpista. Con sus ataques al adversario, la difusión de bulos y la deslegitimación del proceso electoral, Donald Trump y Bolsonaro han creado un manual para los líderes de extrema derecha que pretendan erosionar la democracia. Por ello, las movilizaciones de Estados Unidos y Brasil no serán las últimas. Otros líderes, como el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, están esperando para replicarlas. Trump y Bolsonaro: un patrón común El ataque a las sedes del Congreso, la Presidencia y el Tribunal Supremo de Brasil no fue una sorpresa. En la víspera de las elecciones de octubre, la posibilidad de que los seguidores de Bolsonaro perpetraran su propio “asalto al Capitolio” ya estaba encima de la mesa. Y es que el expresidente venía erosionando la democracia brasileña desde antes de la segunda vuelta. Con el ejemplo de Trump, Bolsonaro comenzó deslegitimando a su principal contrincante: Lula da Silva. En 2017, Lula había sido encarcelado por su presunta implicación en el caso de corrupción Lava Jato. Su entrada en prisión le inhabilitó y facilitó la victoria de Bolsonaro en las elecciones presidenciales del año siguiente. Como respuesta, el expresidente nombró ministro de Justicia a Sergio Moro, el juez que había condenado a Lula. En 2021, el Tribunal Supremo consideró que Moro había sido parcial en su juicio y absolvió a Lula de todos sus cargos, permitiéndole concurrir a las elecciones de 2022. Pese a ello, Bolsonaro no dudó en calificarlo de “ladrón” y “jefe de organización criminal” durante la campaña. https://elordenmundial.com/trump-ha-marcado-el-camino-para-quien-quiera-s... Si quieres seguir leyendo este artículo, suscríbete a EOM. Lo que pasa en el mundo te afecta; comprenderlo es más necesario que nunca. Suscríbete por solo 5€ al mes Iniciar sesión Nombre de usuario Contraseña Recuérdame Contraseña olvidada